PAISAJES FICTICIOS
¿Qué entendemos por Paisaje?
¿Qué es lo que le da forma y lo conforma?
¿Por qué unos vemos un paisaje donde otros solo ven un cúmulo de tierra? ¿o viceversa?
El paisaje es un concepto, una abstracción humana para definir una situación concreta de la realidad; como tal requiere de una experiencia previa, de una relación.
El paisaje, entonces, es algo como la manifestación metafísica de la experiencia física humana de un espacio o medio ambiente sobre el cual proyecta toda su corporalidad, su mente y su alma.
Este relación entre ser humano y medio, entonces, esta compuesta de una dimensión física, la materialidad tangible de los cuerpos, y otra metafísica, la proyección mental y espiritual humana; ambas estarán mediadas por nuestra cultura, por lo que hemos aprendido y heredado de esta experiencia.
La relación con el paisaje parte de la experiencia en tiempo y espacio desde un estado de contemplación pura, es decir, sin pretender denotar o connotar dicha experiencia. Muchos filósofos del paisaje han considerando el andar como el primer acto de acercamiento contemplativo al entorno o medio que habitamos. El proyecto utiliza la deriva para aproximarse a la experiencia de estos entornos.
Estas experiencias conforman la dimensión real de la relación con el paisaje.
Los seres humanos, como sujetos culturales, manifestaremos estas experiencias con el entorno a traves de ideas, de acciones y de representaciones que darán cuenta de nuestros imaginarios culturales y subjetividades.
"Paisajes Ficticios" reflexiona sobre estas relaciones físicas - reales - y metafísicas - ficticias- entre nosotros y nuestros entornos; a través de un ejercicio de conceptos y experiencias espaciales, se intenta reflexionar acerca de la forma en como los humanos abordamos las experiencias de fenómenos naturales y como estas " formas" se modelan bajo estructuras culturales heredadas y, a su vez, las consolidan en el tiempo - espacio.
El lugar de enunciación , tanto física como cultural, será determinante al momento de como nos acercamos a estos fenómenos de la naturaleza o urbe; desde donde miramos, a que miramos y como miramos, darán como resultado una multiplicidad de maneras o formas de manifestar esta experiencia con los entornos, con los paisajes.
Desde este lugar se empezará a construir una forma de mirar, de acudir de una forma social colectiva hacia los mismos fenómenos de la naturaleza, y esto se dará bajo ciertos mecanismos heredados culturalmente, impuestos hegemónicamente ,mediante un inconsciente colectivo - subjetivo o una necesidad fisiológica y espiritual .
El proyecto utiliza el acto del señalamiento, de "enmarcar" un suceso, de ponerlo en valor, para reflexionar acerca de los procesos de estatización o sublimación de los fenómenos de la naturaleza. El proceso de artealización del paisaje tiene lugar en estos actos. El proyecto replica el señalamiento ante estos fenómenos cotidianos, y por ende obviados, en nuestros entornos urbanos.
La intervención en el espacio publico reproduce las formas de aproximación arqueológica, pues reconoce el valor del objeto cultural de estos fenómenos de la naturaleza .
Por otro lado, ya en una dimensión totalmente ficticia, se multiplican y reproducen estos fenómenos de la naturaleza, resiginificados en paisajes por mi imaginario, a través de grabados y dibujos que replican la idea de la multiplicidad de posibilidades de interpretación y representación de la experiencia del paisaje; la posibilidades de representar un territorio, un lugar, una mancha, quizá son infinitas. Las posibilidades que el acto de representar da a la puesta en valor, o señalamiento, de fenómenos de la naturaleza tan cotidianos, efímeros e interfectos, quizá sea una forma de reconexión con nuestros entornos, con nuestros habitat.